La República de Guinea Ecuatorial es un país del África central, y uno de los países más pequeños del continente africano. Limita con Camerún al norte, Gabón al sur y el golfo de Guinea al oeste, en cuyas aguas se encuentran más al suroeste las islas de Santo Tomé y Príncipe.
Antiguamente fue una colonia española conocida como Guinea Española, aunque posteriormente fue considerada como provincia española, y obtuvo su independencia el 12 de octubre de 1968. El territorio del país (conocido en su parte continental como "Río Muni" o "Mbini") incluye un gran número de islas, entre las que se encuentra la isla de Bioko (antigua Fernando Poo), donde se ubica la capital, Malabo (llamada antiguamente Santa Isabel). La ciudad de Cocobeach (al sudoeste de la provincia del Litoral) es, desde 2006, de soberanía conjunta con el vecino Gabón (ciudad original de este país). Guinea Ecuatorial es uno de los territorios en la parte continental africana donde el español es un idioma oficial, además de los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, y la parcialmente reconocida República Árabe Saharaui Democrática (Sahara Occidental), ocupada por Marruecos.
El actual territorio de Guinea Ecuatorial se asienta sobre reinos tribales medievales de escasa organización, sin duda surgidos por la influencia de estructuras protoestatales más avanzadas que se desarrollaron paralelamente en la zona: el Reino Oyo, el Reino del Congo, el reino Benga de la isla Mandj (luego llamada Corisco), el reino Bubi de la isla de Bioko y las villas-estado de los clanes Fang de la parte continental.
Existe la posibilidad de que la zona del golfo de Guinea fuera visitada por Hanón, un general cartaginés que realizó un viaje bordeando las costas de África hacia finales del siglo VI a. C. o comienzos del siglo V a. C.
Fueron portugueses los primeros europeos que con certeza exploraron el golfo de Guinea en 1471. Ese año, el portugués Fernando Pó (que buscaba una ruta hacia la India) situó la isla de Bioko en los mapas europeos. La bautizó Formosa (‘hermosa’). Sin embargo, pronto fue conocida por el nombre de su descubridor. El 1 de enero de 1472 los portugueses descubrieron la isla de Pagalú (actual Annobón), a la que llamaron Ilha do Annobom, en portugués Ano Bom (año bueno).
Hacia 1493, don Juan II de Portugal añadió a la serie de sus títulos reales el de Señor de Guinea y primer Señor de Corisco. Los portugueses colonizaron las islas de Bioko, Annobón y Corisco en 1494, las cuales convirtieron en "factorías" o puestos para el tráfico de esclavos.
En 1641 la Compañía Holandesa de las Indias Orientales se estableció sin el consentimiento portugués en la isla de Bioko, centralizando desde allí temporalmente el comercio de esclavos del golfo de Guinea. Los portugueses volvieron a hacer acto de presencia en la isla en 1648, sustituyendo la Compañía holandesa por una propia, la Compañía de Corisco, dedicada al mismo infame comercio. Para tal fin construyeron una de las primeras edificaciones europeas en la isla, el fuerte de Punta Joko.
Desde Corisco, Portugal vendió mano de obra esclava con contratos especiales a Francia (a la que llegó a suministrar hasta 49.000 esclavos guineanos), España e Inglaterra entre 1713 y 1753. En este comercio deshonrado, los principales colaboradores fueron los bengas, pueblo dedicado a las razzias o apresamientos humanos, tarea en la que eran ayudados por pamues y nvikos.
Las islas permanecieron en manos portuguesas hasta marzo de 1778, tras el tratado de San Ildefonso (1777) y El Pardo (1778), por los que se cedían a España las islas, junto con derechos de trata esclavista y libre comercio en un sector de la costa del golfo de Guinea, entre los ríos Níger y Ogooué, a cambio de la disputada Colonia del Sacramento, en Uruguay. A partir de ese momento, Guinea Ecuatorial fue parte del Virreinato del Río de la Plata (fundado en 1776), hasta el desmembramiento definitivo de éste con la Revolución de mayo de 1810.
El 13 de septiembre de 1845 se hace pública la Real Orden por la cual la reina Isabel II autoriza el traslado a la región de todos los negros y mulatos libres de Cuba que voluntariamente lo desearan.
A partir de 1855 se produce una agitada época de luchas intestinas entre los bengas por la cuestión de las jefaturas locales, luchas que terminan en 1858 con la llegada del primer gobernador español. Éste, Carlos de Chacón y Michelena, en 1858 nombró teniente gobernador de Corisco a Munga I (enfrentado a Bonkoro II). De 1859 a 1875 dejó una guarnición española en la isla, que luego sería trasladada a la isla de Elobey Chico. Dentro de esta política de intervencionismo en 1864 el gobernador Ayllón nombra rey de Elobey Grande al nativo Bodumba.
El 20 de junio de 1861 se publica la Real Orden por la que se convierte la isla de Bioko en presidio español; en octubre del mismo año se dicta la Real Orden por la que, al no ofrecerse voluntariamente negros emancipados de Cuba para inmigrar a Guinea, se dispone que de no presentarse voluntarios se proceda al embarque, sin su consentimiento, de 260 negros cubanos, a los que se unirán posteriormente represaliados políticos. La región será ampliamente explorada por Manuel de Iradier y Bulfy, a cargo de dos expediciones (en 1875 y 1884) que también tendrá por misión acabar con los levantamientos de varias villas-estado Fang. Durante el periodo 1887-1897, varios representantes españoles establecen relaciones con el rey Moka de Bioko, quien en la segunda mitad del siglo XIX unificó a todos los clanes bubi (le seguirán Sas Ebuera entre 1899-1904 y Malabo entre 1904-1937, año este último en el que el rey fue encarcelado por las autoridades españolas). La porción continental, Río Muni, se convirtió en protectorado en 1885 y en colonia en 1900, año en el que un tratado firmado en París determinó los límites del territorio reconocido a España.
El 30 de diciembre de 1916 —en el marco de la Primera Guerra Mundial— España envió una compañía expedicionaria de infantería de marina para hacerse cargo de tropas alemanas que, procedentes de Camerún, se habían internado en la Guinea Española huyendo de la presión británica. El grueso volvió en 1917, quedándose oficiales junto a los internados hasta que acabó la guerra.
El 15 de diciembre de 1963, el Gobierno español sometió a referéndum entre la población de estas dos provincias un proyecto de Bases sobre Autonomía, que fue aprobado por abrumadora mayoría. En consecuencia, estos territorios fueron dotados de autonomía, adoptando oficialmente el nombre de Guinea Ecuatorial, con órganos comunes a todo el territorio (Asamblea General, Consejo de Gobierno y Comisario General) y organismos propios de cada provincia. Aunque el comisionado general nombrado por el gobierno español tenía amplios poderes, la Asamblea General de Guinea Ecuatorial tenía considerable iniciativa para formular leyes y regulaciones.
En noviembre de 1965, la IV Comisión de la Asamblea de la ONU, aprobó un proyecto de resolución en el que se pedía a España que fijase lo antes posible la fecha para la independencia de Guinea Ecuatorial. En diciembre de 1966 el Consejo de Ministros del Gobierno español acordó preparar la Conferencia Constitucional. En octubre de 1967 se inauguró dicha Conferencia, presidida por Fernando María Castiella, ministro español de Asuntos Exteriores; al frente de la delegación guineana figuraba Federico Ngomo
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