martes, 10 de noviembre de 2009

Maria Teresa de Calcuta.


“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”. De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, a Madre Teresa de Calcuta le fue confiada la misión de proclamar la sed de amor de Dios por la humanidad, especialmente por los más pobres entre los pobres. “Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mi para que seamos su amor y su compasión por los pobres”. Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por Él y ardiendo con un único deseo: “saciar su sed de amor y de almas” .
Esta mensajera luminosa del amor de Dios nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, una ciudad situada en el cruce de la historia de los Balcanes. Era la menor de los hijos de Nikola y Drane Bojaxhiu, recibió en el bautismo el nombre de Gonxha Agnes, hizo su Primera Comunión a la edad de cinco años y medio y recibió la Confirmación en noviembre de 1916. Desde el día de su Primera Comunión, llevaba en su interior el amor por las almas. La repentina muerte de su padre, cuando Gonxha tenía unos ocho años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez financiera. Drane crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo grandemente en el carácter y la vocación de si hija. En su formación religiosa, Gonxha fue asistida además por la vibrante Parroquia Jesuita del Sagrado Corazón, en la que ella estaba muy integrada.
Cuando tenía dieciocho años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí recibió el nombre de Hermana María Teresa (por Santa Teresa de Lisieux). En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad de Loreto Entally en Calcuta, donde enseñó en la Escuela para chicas St. Mary. El 24 de mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión perpétua convirtiéndose entonces, como ella misma dijo, en “esposa de Jesús” para “toda la eternidad”. Desde ese momento se la llamó Madre Teresa. Continuó a enseñar en St. Mary convirtiéndose en directora del centro en 1944. Al ser una persona de profunda oración y de arraigado amor por sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los veinte años que Madre Teresa transcurrió en Loreto estuvieron impregnados de profunda alegría. Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús entre sus compañeras con fidelidad y alegría.
El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, Madre Teresa recibió su “inspiración,” su “llamada dentro de la llamada”. Ese día, de una manera que nunca explicaría, la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús se convirtió en la fuerza motriz de toda su vida. Durante las sucesivas semanas y meses, mediante locuciones interiores y visiones, Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar “víctimas de amor” que “irradiasen a las almas su amor”. “Ven y sé mi luz”, Jesús le suplicó. “No puedo ir solo”. Le reveló su dolor por el olvido de los pobres, su pena por la ignorancia que tenían de Él y el deseo de ser amado por ellos. Le pidió a Madre Teresa que fundase una congregación religiosa, Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres. Pasaron casi dos años de pruebas y discernimiento antes de que Madre Teresa recibiese el permiso para comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.
Después de un breve curso con las Hermanas Médicas Misioneras en Patna, Madre Teresa volvió a Calcuta donde encontró alojamiento temporal con las Hermanitas de los Pobres. El 21 de diciembre va por vez primera a los barrios pobres. Visitó a las familias, lavó las heridas de algunos niños, se ocupó de un anciano enfermo que estaba extendido en la calle y cuidó a una mujer que se estaba muriendo de hambre y de tuberculosis. Comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la Eucaristía y salía de casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en “los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba”. Después de algunos meses comenzaron a unirse a ella, una a una, sus antiguas alumnas.
El 7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente en la Archidiócesis de Calcuta la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad. Al inicio de los años sesenta, Madre Teresa comenzó a enviar a sus Hermanas a otras partes de India. El Decreto de Alabanza, concedido por el Papa Pablo VI a la Congregación en febrero de 1965, animó a Madre Teresa a abrir una casa en Venezuela. Ésta fue seguida rápidamente por las fundaciones de Roma, Tanzania y, sucesivamente, en todos los continentes. Comenzando en 1980 y continuando durante la década de los años noventa, Madre Teresa abrió casas en casi todos los países comunistas, incluyendo la antigua Unión Soviética, Albania y Cuba.
Para mejor responder a las necesidades físicas y espirituales de los pobres, Madre Teresa fundó los Hermanos Misioneros de la Caridad en 1963, en 1976 la rama contemplativa de las Hermanas, en 1979 los Hermanos Contemplativos y en 1984 los Padres Misioneros de la Caridad. Sin embargo, su inspiración no se limitò solamente a aquellos que sentían la vocación a la vida religiosa. Creó los Colaboradores de Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de amor. Este espíritu inspiró posteriormente a los Misioneros de la Caridad Laicos. En respuesta a las peticiones de muchos sacerdotes, Madre Teresa inició también en 1981 el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi como un“pequeño camino de santidad” para aquellos sacerdotes que deseasen compartir su carisma y espíritu.
Durante estos años de rápido desarrollo, el mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor. Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención “para gloria de Dios y en nombre de los pobres”.
Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios. Pero, existía otro lado heroico de esta mujer que salió a la luz solo después de su muerte. Oculta a todas las miradas, oculta incluso a los más cercanos a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia de un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por Él, unido a un deseo cada vez mayor de su amor. Ella misma llamó “oscuridad” a su experiencia interior. La “dolorosa noche” de su alma, que comenzó más o menos cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a Madre Teresa a una siempre más profunda unión con Dios. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús (el doloroso y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió la desolación interior de los pobres.
Durante los últimos años de su vida, a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo. En marzo de 1997, Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas. El 5 de septiembre, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin. El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y de extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente). Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús, “Ven y sé mi luz”, hizo de ella una Misionera de la Caridad, una “madre para los pobres”, un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios.
Menos de dos años después de su muerte, a causa de lo extendido de la fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su Causa de Canonización. El 20 de diciembre del 2002 el mismo Papa aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de Madre Teresa.

El agua en Africa.







Situaremos el problema del agua dulce en el continente africano dentro del contexto del agua dulce en el mundo, ya que el agua es un bien escaso o mal distribuido en general en el planeta.En su último informe sobre la situación de los recursos hídricos en el mundo, Naciones Unidas relaciona el agua con algunos conceptos claves para la vida del ser humano. Son los siguientes:
Alimentación: Necesitamos alrededor de 3.000 litros de agua para preparar nuestra ración diaria de alimento, lo que supone multiplicar por más de mil lo que necesitamos para beber.
Medio ambiente: Los desastres relacionados con el agua, como tsunamis, inundaciones, sequías… son, después de los vendavales, los desastres naturales más frecuentes y devastadores. Además, el agua y el saneamiento son elementos críticos para la supervivencia y la protección de la salud en la etapa inmediatamente posterior a un desastre, debido a que las personas afectadas suelen ser mucho más susceptibles a contraer enfermedades.
Energía: La energía hidráulica está en el origen del 50% de la producción de electricidad en 66 países y del 19% en otros 24. Se espera que para el año 2010 se dé un crecimiento del 60%.
Aguas transfronterizas: Existen 261 cuencas hidrográficas que atraviesan las fronteras políticas de dos o más países. Estas cuencas internacionales cubren el 45,3% de la superficie terrestre del planeta, afectan a cerca del 40% de la población del mundo y representan aproximadamente el 60% de las corrientes fluviales del mundo. Un total de 145 naciones tienen una parte de su territorio en cuencas internacionales. Veintiuna naciones tienen todo su territorio en el interior de cuencas internacionales. Diecinueve cuencas fluviales son compartidas por cinco o más países. La cuenca del Danubio es compartida por 17 naciones. En los últimos 50 años se han firmado 200 tratados en torno a este tema.
Escasez: En la actualidad, más de 1200 millones de personas carecen de agua potable y unos 2.700 millones no disponen de un sistema de saneamiento adecuado. Se calcula que esta cifra aumente hasta los 3.400 millones para el año 2025. Por este motivo, se dan situaciones tan injustas e increíbles como que las personas que viven en el barrio de tugurios de Kibeira, en Nairobi (Kenya), pagan hasta cinco veces más por un litro de agua que el ciudadano estadounidense medio.
Cultura: Podemos constatar cómo en todas las religiones y tradiciones del mundo, el agua tiene un gran valor simbólico y ceremonial. Habitualmente, este aspecto no se contempla cuando se argumenta en contra del acceso al agua como un derecho humano universal.
Saneamiento: Un dólar invertido en agua y saneamiento puede multiplicar el rendimiento económico hasta 34 veces, según regiones.
Contaminación: En los países en desarrollo, más del 90% de los vertidos del alcantarillado y más del 70% de las aguas de deshecho de la industria se vierten a las aguas superficiales (ríos, mares, lagos) sin ningún tipo de tratamiento.
Agricultura: El riego aumenta el rendimiento de los cultivos entre un 100 y un 400 por ciento. Durante los próximos 30 años, el 70% de las ganancias de la producción de cereales se obtendrán del regadío, por ejemplo. En la agricultura se utiliza casi el 70% de todos los recursos de agua dulce disponibles. El bombeo excesivo de aguas subterráneas por los agricultores del mundo supera las tasas de alimentación natural de agua en 160.000 millones de metros cúbicos al año, por lo menos. La producción de cultivos requiere enormes cantidades de agua: de uno a tres metros cúbicos para producir únicamente un kilogramo de arroz, y 1.000 toneladas de agua para producir una tonelada de cereales. A medida que sus ingresos aumentan, las personas consumen más carne de cerdo, ave y res, así como huevos, por lo que se necesita una mayor cantidad de cereales para pienso. Para producir un kilogramo de cerdo se necesitan cuatro kilogramos de cereales, y para producir un kilogramo de pollo se necesitan dos kilogramos de cereales. Una mayor necesidad de cereales supone una mayor necesidad de agua.
Enfermedades: El número de niños que han muerto por enfermedades diarreicas en los últimos 10 años es más elevado que el número de personas que han muerto en conflictos armados desde la segunda guerra mundial.2.- El Decenio del “Agua, fuente de vida”En el año 2000, 191 países pertenecientes a la Organización de Naciones Unidas firmaron la Declaración del Milenio. A partir del artículo 19 de esta declaración, dentro del epígrafe dedicado al desarrollo y la erradicación de la pobreza, se concretaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos objetivos tratan de plantear una hoja de ruta para la erradicación de la miseria en el mundo teniendo como horizonte de cumplimiento el año 2015. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son ocho, con distintas metas cada uno y con indicadores cuantificadores para verificar su cumplimiento.
Erradicar la pobreza y el hambre
Lograr la enseñanza primaria universal
Lograr la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer
Reducir la mortalidad infantil
Mejorar la salud materna
Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.Lograr el Objetivo 7 condiciona poder lograr los demás: reducir de la pobreza (Objetivo 1), reducir de la mortalidad infantil y materna (Objetivos 4 y 5), luchar contra el VIH- SIDA, el paludismo y otras enfermedades (Objetivo 6), lograr que las niñas puedan ir a la escuela (Objetivo 2), potenciar la autonomía de la mujer (Objetivo 3) y conseguir que todos los gobiernos se comprometan en velar por una nueva cultura del agua (Objetivo 8).Por el tema que nos ocupa, nuestro interés se centra en el Objetivo de Desarrollo número 7 y, en concreto, en la meta número 10: “Reducir a la mitad el porcentaje de las personas que carecen de acceso al agua potable para el año 2015”.A pesar de los esfuerzos de los propios países y de la comunidad internacional, como ya dijimos al principio, todavía un gran número de personas carece del agua potable suficiente para vivir. De hecho, no disfrutar de este derecho condiciona radicalmente el disfrute de todos los demás derechos. En el año 2005 se realizó la primera revisión de los Objetivos y se llegó a la conclusión de que en el continente africano, y más concretamente en el África Subsahariana, es bastante improbable que se consigan ninguno de los objetivos. Y una de las razones es que es el continente con más problemas en el abastecimiento de agua y el saneamiento.En el año 2005, las Naciones Unidas proclamaron el Decenio del agua, fuente de vida. Fue un intento de relanzar el Objetivo 7. En el documento fundacional se plantean cinco acuerdos u objetivos a cumplir:
Cubrir las necesidades básicas de la población
Buscar la sostenibilidad medioambiental y de los ecosistemas
Transparencia y gestión integral de las cuencas
Participación social de las comunidades afectadas
Administración de riesgos, como inundaciones, arrastre de tierras, …En este Decenio tienen parte numerosas instituciones internacionales:
Naciones Unidas con su Programa de Desarrollo – PNUD- ,
Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación –FAO- ,
Organización Mundial de la Salud- OMS- ,
Organización de las naciones Unidas para la Educación y la Cultura –UNESCO- con su Programa Hidrológico Internacional y la Nueva estrategia de Cooperación para el Desarrollo Africano –NEPAD-.3.- Disponibilidad de agua en Áfricaa/ El agua dulce en el planetaDel agua que cubre la superficie terrestre, sólo el 2,5% es agua dulce y de ésta, casi las dos terceras partes está congelada o es inaccesible. El ser humano dispone de menos del 1% del agua para sus necesidades vitales. Por eso, podemos decir que el agua es un bien escaso, aunque los científicos opinan que sería suficiente si estuviera equitativamente distribuido.Las reservas de agua dependen sobre todo del agua de las lluvias. Que reponen las escorrentías y los acuíferos.El ser humano utiliza el 54% de las aguas disponibles en los ríos, lo que supone el 8% del total anual de agua renovable.Para su consumo, la OMS estima que necesita unos 50 litros por día. En España consumimos una media de 250 litros por persona y día, mientras que en algunas zonas de África no llegan a los 2,5 litros.En cualquier caso, el consumo mundial de agua aumenta dos veces más que la población.b/ Distribución desigual del recursoÁfrica dispone de entre el 9% y el 11%, del recurso, según estimaciones, para un 13% de la población mundial. Esto supone unos 4050 Km3. La media mundial es de 7600 m3 por persona y año mientras que en África es de 5700 m3. Además, la distribución es muy desigual. Así, mientras en países como República Democrática del Congo disponen de unos 935Km3, lo que supone un 25% del total, Mauritania sólo dispone de unos 0,4Km3, el 0,01 del total del agua.Otro factor a tener en cuenta es la parte del continente que es desierto corresponde al 46% de la superficie.Las precipitaciones tampoco son de distribución equilibrada. Se dan precipitaciones muy superiores en África Central y África Occidental que en África del Sur, Norte o Cuerno de África.c/ El agua en el mundo rural