sábado, 27 de marzo de 2010

La República de Cuba


La República de Cuba es un país asentado en un archipiélago del mar de las Antillas, también conocido como mar Caribe. Su isla principal, conocida como Isla de Cuba, es la más grande de las Antillas Mayores y tiene origen orogénico. También forman parte del archipiélago la Isla de la Juventud (antiguamente llamada Isla de Pinos) y una multitud de cayos o pequeñas islas que rodean a las antes mencionadas, entre estos cayos destacan: Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Largo del Sur, Cayo Jutía, entre otros. Al norte se encuentran Estados Unidos y Bahamas, al oeste México, al sur las Islas Caimán y Jamaica y al sudeste la isla La Española.
Cuba ocupa el puesto 51 en el «Índice de desarrollo humano» elaborado por la ONU (el cuarto entre los países latinoamericanos, después de Chile, Argentina y Uruguay).[4]
Además, de acuerdo con los datos que el propio país proporciona a la ONU, Cuba sería el único país del mundo que cumple los dos criterios que, para la organización WWF, significan la existencia del desarrollo sostenible : desarrollo humano alto (IDH > 0,8) y huella ecológica sostenible (huella <>
Cuba es un archipiélago constituido por la mayor isla de las Antillas llamada Cuba, la Isla de la Juventud (anteriormente llamada Isla de Pinos), y otros 4195 cayos, islotes e islas adyacentes. Está ubicada en el mar de las Antillas (o mar Caribe), cerca de la costa de los Estados Unidos y México. Sus límites son al norte con el Estrecho de la Florida, al este con el Paso de los Vientos, al sur con el mar Caribe y el oeste con el golfo de México.

Generalmente tiene temperaturas altas. Los valores medios anuales van desde los 24 grados Celsius en las llanuras, hasta 34 grados Celsius y más en las costas orientales, reportándose magnitudes inferiores a 20 °C. en las partes más altas de la Sierra Maestra.
La temporada de noviembre a abril es menos calurosa y se conoce como invierno, mientras que los meses de mayo a octubre, más calurosos, reciben el nombre de verano. Las temperaturas máximas y mínimas absolutas registradas son de 38,8 grados Celsius (Jucarito, Granma el 17 de abril de 1999)[10] y 0,6 grados Celsius (Bainoa, 18 de febrero de 1996). Como es típico en los climas tropicales, la variación diaria de la temperatura es mayor que la anual.
La humedad relativa media es alta, con promedios cercanos al 90 por ciento. Los máximos diarios, generalmente superiores al 95 por ciento, ocurren a la salida del sol, mientras que los mínimos descienden, al mediodía, hasta 50-60 por ciento en el interior del territorio. Las zonas más húmedas son las regiones occidental y central, junto con los principales núcleos montañosos. El efecto de la alta humedad relativa, otorga al archipiélago cubano una intensa sensación de calor durante gran parte del año

Generación Y


Generación Y es un Blog inspirado en gente como yo, con nombres que comienzan o contienen una "i griega". Nacidos en la Cuba de los años 70s y los 80s, marcados por las escuelas al campo, los muñequitos rusos, las salidas ilegales y la frustración. Así que invito especialmente a Yanisleidi, Yoandri, Yusimí, Yuniesky y otros que arrastran sus "i griegas" a que me lean y me escriban.
Yoani SánchezLa Habana, 1975
Estudié durante dos cursos en el Instituto Pedagógico la especialidad de Español-Literatura. En el año 1995, me trasladé a la Facultad de Artes y Letras donde terminé, después de cinco años, la especialidad de Filología Hispánica. Me especialicé en la literatura latinoamericana contemporánea y discutí una incendiaria tesis titulada “Palabras bajo presión. Un estudio sobre la literatura de la dictadura en Latinoamérica”. Al terminar la Universidad había comprendido dos cosas: la primera, que el mundo de la intelectualidad y la alta cultura me repugnaba y la más dolorosa, que ya no quería ser filóloga.
En septiembre del 2000, me fui trabajar a una oscura oficina de la Editorial Gente Nueva, mientras arribaba al convencimiento –compartido por la mayoría de los cubanos- de que con el salario ganado legalmente no podría mantener a mi familia. De manera que, sin concluir mi servicio social, pedí la baja y me dediqué a la mejor remunerada labor de profesora de español –freelance– para algunos turistas alemanes que visitaban La Habana. Era la etapa (prolongada hasta el día de hoy) en que los ingenieros preferían manejar un taxi, los maestros hacían hasta lo imposible por trabajar en la carpeta de un hotel y en los mostradores de las tiendas te podía atender una neurocirujana o un físico nuclear. En el 2002, el desencanto y la asfixia económica me llevaron a la emigración en Suiza, de donde regresé –por motivos familiares y contra la opinión de conocidos y amigos– en el verano del 2004.
En esos años descubrí la profesión que me acompaña hasta hoy: la informática. Me di cuenta que el código binario era más transparente que la rebuscada intelectualidad y que si nunca se me había dado bien el latín al menos podría probar con las largas cadenas del lenguaje html. En el 2004 fundé junto a un grupo de cubanos –todos radicados en la Isla– la revista de reflexión y debate Consenso. Tres años después trabajo como webmaster, articulista y editora del Portal desde Cuba.
En abril de 2007 me enredé en la aventura de tener un Blog llamado Generación Y que he definido como “un ejercicio de cobardía” que me permite decir en este espacio lo que me está vedado en mi accionar cívico.
Para sorpresa mía, esta terapia personal ganó, en poco tiempo, la atención de miles de personas en todo el mundo. Gracias a la red ciudadana y virtual que se ha tejido alrededor de GY, he podido seguir actualizando este blog cada semana. Desde marzo de 2008 el gobierno cubano implementó un filtró informático que impide ver mi bitácora en los sitios públicos de Internet en Cuba. De manera que necesito de la solidaridad de amigos fuera de la Isla para colgar mis textos en la red. Gracias también a otros colaboradores voluntarios, Generación Y está traducido a quince lenguas.
Mi exorcismo personal también me hizo ganar en mayo de 2008 el premio de Periodismo Ortega y Gasset en la categoría de trabajo digital. Fui seleccionada por la revista Time entre las 100 personas más influyentes del mundo en la categoría “Héroes y pioneros” y mi bitácora fue incluida entre las 25 mejores blogs del mundo, en una selección hecha por esa misma revista junto a la CNN. Merecí el premio del jurado en el concurso español Bitácoras.com y el máximo galardón en los connotados premios The BOBs, que incluyen a más de 12 mil participantes de todo el mundo. La revista semanal del periódico El País publicó en su edición del 30 de noviembre una selección de los 100 hispanoamericanos más notables del año; la revista Foreign Policy eligió en diciembre los 10 intelectuales más importantes del año y otro tanto hizo la prestigiosa revista mexicana Gato Pardo. Esta modesta servidora está incluida en todas esas enumeraciones. ¡Mucho más de lo que podría haber soñado cuando comencé a unir frases para subir mi primer post!
Vivo en La Habana, he apostado por quedarme y cada día soy más informática y menos filóloga.

Dictadura y Democracia plena.


La dictadura (del latín dictatūra) es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador), generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la inexistencia de consentimiento alguno por parte de los gobernados y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder.[1]

Históricamente, dictadura hace también referencia a la magistratura extraordinaria de la Antigua república romana, de donde cobra su origen. El Senado romano en casos de guerra o estados de emergencia dotaba a un hombre de poderes absolutos durante un periodo máximo de 6 meses sin que por ello quedase derogado el ordenamiento político y jurídico existente. De este modo hoy día es frecuente que se apele a una situación extraordinaria para legitimar la duración, normalmente vitalicia, de una dictadura (guerra, confrontación, peligro, crisis, etc). Igualmente suele enaltecerse al dictador como alguien sacrificado capaz de entregar su propia vida por su pueblo, y a menudo se le rodea de cierta sobrenaturalidad de carácter militar y religiosa; y especialmente en estos casos se pretende la sucesión en otro dictador.[1] Según las características que presente puede ser una dictadura autoritaria o totalitaria.

Algunas constituciones democráticas como la alemana de Weimar preveían situaciones excepcionales que la justificaban, como excepciones a la utilización del término como forma de gobierno contrapuesto a la democracia.[1]

Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo. En sentido estricto la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.

La democracia se define también a partir de la clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón primero y Aristóteles después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno "de los mejores" para Platón), democracia (gobierno de la multitud para Platón y "de los más", para Aristóteles).[1]

Hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del pueblo. Hay democracia indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes. Por último, hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios. Estas tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios